Este trabajo se puede efectuar con herramientas como una pala o una horquilla de 4 dientes, rastrillos, zapas excavadoras o usando un tractor de empuje. Y para lograr llenar este desarrollo es requisito estimar que el suelo ha de estar templados. No puede estar seco, lo que impide que la labranza del lote sea bien difícil y quede el lote entre polvo y terrón apisonado. De igual forma, tampoco puede mantenerse bastante húmedo, pues se apelmazará y se pegará a toda la herramienta.

Para hallar temple es requisito regar en abudancia la tierra a lo largo de unos 3 o 4 días, en dependencia de la humedad del ámbito, el sol y la lluvia. Vas a saber que andas de humor en el momento en que sientas que la tierra está suficientemente húmeda para que no se te pegue a los dedos con apariencia de polvo.

¿De qué forma elaborar el lote para la siembra?

  • Lo primero es eliminar la tierra del fondo del envase, bandeja, maceta o mesa de cultivo. En el momento en que se ponen en recipientes, sean los que sean, se forma una costra en el fondo que hay que eliminar pues impide la adecuada circulación del agua y del aire.
  • Los terrones que se muestran en el suelo hay que desmenuzarlos hasta una hondura de 20 cm. El suelo ha de estar suelto y rápido. Este es el instante de aprovecharlo y añadir compost para alimentar la tierra.
  • Para finalizar, sacar de la área las piedras y todos y cada uno de los elementos extraños del suelo que logren complicar la plantación y posterior enraizamiento.

Este es asimismo el instante perfecto para añadir arena a suelos bastante espesos y pesados, cal a suelos que se descalcifican y no retienen agua. Asimismo es el instante de añadir nutrientes como nitrógeno, calcio, magnesio, hierro, etcétera.

¿Y cuáles son las elecciones al arado?

Si deseamos respetar nuestra tierra y poder una mayor producción, requerimos que nuestro suelo sea un campo de esponjas que logre retener agua y la mayor proporción de materia orgánica afianzada. No debemos pisar nuestras interfaces por el hecho de que la tierra perderá su aptitud de «respirar» merced a los orificios excavados por insectos y vermes. De ahí que, un óptimo mantillo es la mejor forma de resguardar el suelo del sol y de la pérdida de agua y humedad. Este mecanismo es el que tiene la naturaleza para protegerse: humedales, bosques y prados jamás pierden su cubierta vegetal protectora.

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A pequeña escala es mucho más simple ver desenlaces sin arar: en vez de perder fertilidad, vamos a ganar producción material y orgánica todos los años si usamos adecuadamente las rotaciones y asociaciones.

Aireación y suelta, tareas primordiales para elaborar el suelo para la huerta

Y estas 2 tareas nos dejan actualizar y oxigenar el suelo. Para hacerlos, la tierra ha de estar húmeda. Lo idóneo es que lo humedezcamos intensamente a lo largo de unos días antes de empezar con los trabajos de aireación y esponjado. Así, vamos a poder trabajar el planeta sin prestar mucha resistencia. Si podemos encontrar relojes de tierra mientras que hacemos este trabajo, es señal de que requerimos humedecerlo mucho más.

Existen muchos canales de ventilación y pelusa. Para muchos, lo idóneo es excavar unos 20 o 25 centímetros de la área cultivada, sacando su tierra. Así, vamos a poder combinar nuestra tierra rica de otros cultivos con el compost que nos va a ayudar a fertilizar la tierra.

Fertilizantes y enriquecimiento del suelo para dejarlo listo para la siembra

Si bien hayamos aplicado fertilizantes al suelo, no está de sobra añadir mucho más nutrientes, para esto es preferible añadir. materia orgánica al suelo que contribuye a enriquecerlo, como humus de lombriz o estiércol. Quizás estos sean los puntos finales para elaborar la tierra para la siembra.

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