En el momento en que sus plantas de tomate están medrando en el contenedor final, es hora de replantearlas. Esto quiere decir ofrecerle a la planta aguantes para aguantar su peso conforme medra la fruta. Sin las estacas, los tallos se doblarán y romperán, y los tomates se pudrirán si entran en contacto con el sustrato.
Lo más frecuente es que se levanten unos tres palos o cañitas para conformar una suerte de composición de tienda. Las partes inferiores de los palos se sepultan en el sustrato, se apartan sin dañar los arbustos y las partes superiores se anudan entre sí. Entonces debe atar el fichero adjunto a los tutores en múltiples sitios. Aconsejamos emplear fibras vegetales como algodón, yuca o lino y dejar el nudo suelto para no estrangular al arbusto y ofrecerle ocasión de continuar medrando.
Variedades de tomate.
Hay cientos y cientos de variedades de tomate, pero prácticamente todas están clasificadas en categorías en general.
Son mucho más simples de cultivar y proteger que en un jardín.
Las plantas que medran en interiores son mucho más simples de cultivar y proteger que las que medran en un jardín al aire libre. No debes inquietarte por el tiempo, las plagas o anomalías de la salud que afectan a las plantas de exterior. Además de esto, el riego y la fertilización son mucho más simples de supervisar en un ambiente cerrado.
El tamaño de la maceta es primordial en el momento de cultivar tomates. Lo idóneo es que la maceta tenga un diámetro de cuando menos 30 centímetros y una hondura de 40 centímetros. Además de esto, es conveniente dotar a la maceta de orificios en el fondo a fin de que logre chorrear el agua.
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