Una fácil bacteria, y asimismo entre las mucho más extendidas, hizo un enorme avance en el planeta del boletus, entre las setas con mayor valor económico y gastronómico de todo el mundo. Tras once años intentando encontrar la forma de «domesticar» los hongos porcini para lograr cultivarlos de manera dominada, la compañía palentina ID Forest encontró una bacteria que estimula su producción. La primera contrariedad de este ambicioso emprendimiento, que empezó en 2005, radicaba en la naturaleza de los porcini, un hongo micorrícico que medra adherido a una planta y, en consecuencia, es imposible cultivar como un hongo. Por tal razón, el primer desafío fue localizar la planta idónea para la producción de hongos porcini y después comenzar el desarrollo mucho más efectivo de “imitación” de la naturaleza en el laboratorio.

Años de investigación adjuntado con el Departamento de Micología de la Facultad de Valladolid, con origen en Palencia, han tolerado probar que la Jara Que se pega (Cistus ladanifer), arbusto propio de zonas de Zamora y León, era un fantástico productor de Boletus edulis. Esto, como enseña Jaime Olaizola, responsable de ID Forest, “supuso un enorme avance por el hecho de que esta jara genera setas porcini con solo 4 o cinco años, al tiempo que este hongo puede ofrecer fruto en una encina, pino o encina, tienen que tener entre 20 y 40 años. ID El bosque estuvo múltiples años intentando de domesticar a la naturaleza. “Tomamos plantas de Cistur ladanifer y las cultivamos in vitro en el laboratorio”, enseña Olaizola. Simultáneamente, se recolectaron hongos porcini de exactamente la misma región y se establecieron cultivos de micelio puro de hongos porcini. Entonces lo ensamblaron para poder la fusión impecable entre los porcini y la planta, y tras micorrizar la planta en el laboratorio, se cultivó en el campo. Eso resolvió el paso inicial. Se establecieron plantaciones de campo experimentales en Zamora y León y se precisaron solo 4 años a fin de que las plantas creciesen y los porcini diesen frutos. Tras eso, no obstante, no hubo mucho más producción de porcini, y en el momento en que daba la sensación de que todo se encontraba perdido, «decidimos investigar mucho más para saber qué pasó y ver qué ocurre en la naturaleza». a la planta y al hongo: la bacteria. “Esto complica el desarrollo en el laboratorio pues se introducen novedosas cambiantes, pero eso es lo que pasa en la verdad”, afirma Olaizola. Por consiguiente, comenzaron pruebas que implican bacterias en el desarrollo de micorrización. Y la sorpresa fue que una bacteria concreta y muy habitual, Pseudomonas fluorescens, asistencia en este desarrollo y optimización la micorrización. Tras muchas pruebas que duraron mucho más de un año, ID Forest escogió una cepa concreta de esta bacteria que tiene el mayor potencial, en tanto que otras cepas eran perjudiciales y mataban a la planta. Aparte de corroborar la existencia de esta cepa en campo, asimismo certifican que su empleo “duplica el nivel de micorrización”, enseña Olaya Mediavilla, responsable de efectuar todos y cada uno de los ensayos y probables composiciones ceps-jara. Un desarrollo «lentísimo», usando distintas métodos, pues los boletus tardan bastante en ofrecer frutos y la planta debía estar en perfectas condiciones, un micelio puro y las bacterias mucho más eficientes. “Probamos muchas bacterias hasta el momento en que podemos encontrar esta”, afirma Mediavilla. La innovación fue la app de bacterias al campo de porcini, y el hallazgo se publicó en la primordial gaceta científica en todo el mundo de la industria, Mycorrhizae. “Es la primera oportunidad que se publica algo de este modo: una planta cultivada in vitro, micorrizada y empleando una bacteria para mejorarla”, sintetiza Olaizola.

Y sucede que trabajar con una «triple fusión» para prosperar la micorrización desde este momento «abre muchas opciones y puede ser un gran salto hacia la fertilidad, por el hecho de que hasta la actualidad no contábamos con las bacterias», resalta Olaizola. Ahora se realizaron plantaciones en campo con plantas de manera perfecta micorrizadas. Pero va a haber que aguardar tres o 4 años para poder ver los desenlaces. Un término que en micología significa “nada” y menos si charlamos de boletus, que tarda bastante en aparecer. Una vez que sea que la clave no es otra que la bacteria, ID Forest seguirá intentando encontrar otras bacterias mucho más funcionales. En todo caso, es obvio que este procedimiento de propagación de hongos porcini es considerablemente más simple, eficiente y económico que el procedimiento previo de inoculación de micelio porcini en pinos y encinas. De esta forma, es suficiente con cultivar las plantas en un suelo agrícola con pH ácido y aguardar a que medren. Asimismo en Castilla y León, la práctica integridad de León, Zamora, Salamanca, Ávila y Palencia son zonas de pH ácido y por consiguiente potenciales productoras de hongos porcini. Y fuera de esta red social, toda Galicia, toda Extremadura, Huelva y todo Portugal son zonas especiales. “Media España está enojada. “Conque media España vale la pena generar setas porcini”, afirma Olaizola. Queda por ver exactamente en qué cantidad se generará el boletus, pero 15 años de datos de las áreas de cultivo natural prueban el éxito de este emprendimiento. Y hay, según el estudioso, cepas que naturalmente rinden mucho más de doscientos kilogramos por hectárea sin realizar nada. “Conque si administramos el desarrollo, logramos la jara en perfectas condiciones y entendemos que todas y cada una de las plantas están micorrizadas, está claro que la producción se marcha a sobrepasar con creces.” Un hallazgo que abre un planeta de opciones, y que con entre las setas mucho más populares y caras del mercado, pagando entre 20 y 50 euros el kilo.

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Boletus edulis, ¿con quién lo tenemos la posibilidad de confundir?

El Boletus edulis se puede confundir con otros tres boletus con los que comparte ciertas especificaciones. Estos son Boletus aereus, Boletus aestivalis y Boletus pinophilus. Toda la comida de increíble calidad.

El Boletus aestivalis se caracteriza pues en el momento en que no llovizna la cutícula del sombrero continúa seca, en contraste a Edulis que tiende a estar siempre y en todo momento húmeda. Además de esto, el pie no es tan ancho en la base como en Edulis. Hace aparición solitaria bajo árboles caducifolios tanto en primavera como a fines de verano (Boletus edulis solo en otoño). Gorro de hasta 20 cm de diámetro y un máximo de 8 cm en el pie.

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